Tuesday, May 19, 2009



Mi cóncava nave

Aún recuerdo el primer día que te vi, mi azul ala, parecías indiferente, como si nada te pudiese importar, te miré fijamente mientras temblaba de emoción deseaba tocarte, abrirte, quitarte esos sonidos casi metálicos de vela nueva y lanzarte a los cielos,

Fueron muy pocos los días hasta nuestro primer vuelo, salí a volar contigo confiado desde el primer día y recuerdo que no podíamos bajar solo continuar volando, hicimos 25 km surfeando los vientos y aterricé asustado por la profundidad de las montañas que surcábamos mientras tu mi valiente compañera querías continuar nuestra danza.

Después de ese día volamos por todos los cielos recorriendo mundos increíbles, lugares donde nunca nadie estuvo antes, felices y remotos.

Siempre estabas dispuesta a volar, siempre te abrazabas a mis térmicas como solo tú sabes hacer, no había límites contigo.

Tus cordinos me trataron con suavidad en todas nuestras aventuras sujetándome como dedos suaves que me provocaban escalofríos y dulzura, ni en las peores turbulencias fuiste malvada conmigo siempre me has posado en tierra con la suavidad de un beso.

Me has perdonado mi torpe comportamiento tantas veces que incluso he llegado a creerme que hiciese lo que hiciese seguirías volando.

Cuando no volaba, te he echado injustamente la culpa, aún a sabiendas que el culpable era yo y sin embargo tú nunca me lo tuviste en cuenta, tú lo sabías todo.

Ahora ha llegado el momento de separarnos, me duele pensar en ello, pero continuar juntos sería destruirnos y lo sabemos.

Estoy seguro de que si hay un paraíso para los hombres también lo hay para las velas, para mi Gredos o mi Estelar que me enseñaron a ser lo que soy o para mi fiel X-ray que me acompañó mientras maduraba a base de errores, tu mi pequeña Aerón estarás siempre en mi memoria formando parte de mi y de lo que soy, guardadita en el rincón preferido de mi memoria.

Pues eso que he cambiado de vela.

Aquí teneis una foto de la nueva, azul

Un nivel 2 como la que tenía.

La verdad es que es muy....rápida, demasiado diría yo , parece poco flotona y bastante nervisosilla.

Será cuestión de costumbre, gira en cuanto cambias el cuerpo por lo que hay que tener un poco de cuidado de no dejarla sola nunca, ahora solo es cuestión de adaptarse ya que no tiene nada que ver en cuanto a comportamiento con las que he volado.